A la hora de acceder al empleo público no hay ningún truco mágico que te haga ganar tu plaza. La clave está en estudiar y estudiar, darle tantas vueltas al temario como sea posible para memorizar todos los conceptos esenciales y, para ello, nada mejor que contar con el conocimiento de saber cómo hacer un esquema. Pero no te vale cualquiera, si quieres que de verdad sea efectivo, tienes que tener claro cómo hacer un esquema de calidad.
Si no tienes muy claro cómo elaborarlo, has llegado al lugar indicado, porque te voy a explicar la forma de hacerlo.
La importancia del esquema en el estudio de las oposiciones
Existen diferentes tipos de empleados públicos, pero todos ellos saben que la plaza se obtiene a base de constancia y sacrificio.
Me gustaría poder decirte que bastará una vuelta al temario para que apruebes, pero en la mayoría de los casos no suele ser así. Hacen falta horas y horas de estudio, repaso tras repaso.
El problema es que no siempre hacemos bien los repasos porque no tenemos a mano un esquema que nos pueda ayudar en esta labor.
Desde mi experiencia personal, considero que un esquema es una herramienta esencial para el acceso al empleo público. Porque consigue que las vueltas al temario sean más rápidas y efectivas.
A través de él podemos visualizar los elementos clave y sintetizar al máximo posible el contenido. De esta forma, cuando llegue el momento de repasar un tema, un vistazo al esquema nos ayudará a saber cuáles son los conceptos y datos que no podemos pasar por alto. Es, por tanto, un gran aliado para tus sesiones de estudio.
Cómo hacer un esquema que agilice tus repasos
El esquema es la última fase de un proceso de estudio que habrá comenzado con:
- Identificación del tema a estudiar y de los apartados y los subapartados en los que se divide.
- Lectura rápida inicial del tema.
- Lectura (o lecturas) detalladas para obtener la información relevante.
- Elaboración de un resumen.
- Memorización.
Cuando hayas pasado por estas fases y ya domines el tema, entonces es hora de pensar en elaborar un esquema que te ayude en los futuros repasos.
Revisa tu resumen
Lo primero que vamos a hacer es volver a ese resumen del tema que hemos elaborado y lo vamos a leer con detenimiento. Identificando dentro de él las ideas principales, los conceptos clave y los datos que hay que conocer sí o sí.
Para no estropear tu resumen, toma nota en un documento aparte de todo lo que consideres relevante para el esquema.
Jerarquiza la información
Lo que tienes ahora es un conjunto aparentemente inconexo de datos, pero pronto comprobarás que no es así.
Empieza estableciendo una jerarquía entre la información, clasificando las ideas en principales y secundarias según la relevancia que tengan dentro del tema que estás estudiando.
Para hacerlo de una forma más visual, puedes poner las ideas principales en la parte superior del documento y las secundarias justo debajo. Si utilizas viñetas, números o letras, te resultará sencillo ir creando subapartados dentro de cada apartado.
El objetivo es que, de un solo vistazo a tu esquema, seas capaz de identificar la información más relevante y aquella que, siendo importante, tiene menos relevancia.
A medida que realices esta labor de jerarquización te darás cuenta de que hay ideas que pueden relacionarse, agruparse o sintetizarse. Esto te permitirá reducir todavía más la cantidad de información en el esquema y, a la vez, tener una visión más global del tema.
Elabora un borrador
Ya tienes listos los datos que deben estar presentes en tu esquema, y es momento de empezar a trabajar en un borrador.
Lo que buscamos es que esta herramienta sea lo más visual posible. Así que te recomiendo utilizar frases cortas y sencillas que te faciliten la comprensión.
Escoge un formato que sea claro y te resulte fácil de seguir. Puedes utilizar diagramas de flujo, mapas mentales, una lista con viñetas, o utilizar diferentes colores para los datos. Cada estudiante es un mundo y, lo que funciona para uno, puede no hacerlo para otro. Lo importante es que, al final, obtengas una herramienta de estudio que se ajuste a tus necesidades.
Cuando tengas tu borrador listo léelo con detenimiento y comprueba que recoge toda la información esencial para repasar y que todo lo que has puesto en el documento tiene sentido. Si hay algo que no termina de encajar, puedes hacer todas las modificaciones que sean necesarias.
Haz un repaso del tema con ayuda del esquema
Con la versión final del borrador de tu esquema, prueba a hacer un repaso del tema. Esto te ayudará a comprobar si has recogido todos los datos esenciales, o si hay algo que sobra.
Si eres capaz de hacer un repaso en profundidad del tema guiándote tan solo con el esquema, es que has hecho un buen trabajo.
Pásalo a limpio
Ya has comprobado que tu esquema funciona, ahora solo tienes que pasarlo a limpio y añadirlo al final de tu resumen del tema para acudir a él cuando sea necesario repasar.
Una cosa más, recuerda que el esquema está basado en un resumen y que el resumen, a su vez, está basado en un tema más extenso. Por tanto, si hay modificaciones del tema, tendrás que reajustar tanto el resumen como su correspondiente esquema. Si deseas aprobar una oposición, es fundamental que tu material de estudio esté siempre actualizado.
Al elaborar un esquema, la clave está en ser capaz de priorizar la información, ordenarla y sintetizarla. Si lo piensas bien, no es tan diferente de cómo hacer un currículum. Porque en ambos casos lo que buscamos es que el resultado final sea un documento que sea capaz de transmitir información relevante de manera clara y concisa.
Si ya tienes claro cómo hacer un esquema, te animo a que te pongas manos a la obra. Cuantos más documentos de este tipo elabores, más perfeccionaras tu técnica. Créeme cuando te digo que agradecerás haber hecho el esfuerzo de resumir y esquematizar el temario cuando lleguen los últimos días antes del examen.
